
Las redacciones de los medios están enloquecidas con la gran debacle financiera mundial, culpa de algo que hicieron algunos yuppies ambiciosos e inescrupulosos en países desarrollados pero que efectivamente demuestra esa famosa teoría del ‘derrame’ pero al revés, porque inexorablemente nos afectará también a los simples mortales del otro lado del mundo.
En Argentina, también el regreso de los fondos previsionales a manos del Estado, tiene al periodismo ‘patas arriba’ llenando papel con análisis, especulaciones, posturas en pro y en contra, etc. etc. etc. Y no son pocos los que ven una hecatombe en la ‘desaparición del mercado de capitales’, porque los fondos, que deberían ser para garantizar que usted y yo podamos vivir bien cuando estemos en nuestros últimos años, son alimento para que unos pocos financistas jueguen con esa plata, engorden con las ganancias que obtienen y repartan el hambre cuando pierden con sus jugadas, como ahora. ¿O alguien piensa que las administradoras privadas de pensiones andan pensando en salvar viejitos en esta época de vacas flacas?
El asunto es que en medio de estas terribles noticias de grandes crisis y paradigmas rotos, para millones la vida sigue siendo una tragedia y no porque sus acciones bajaron, o especularon y perdieron. Su tragedia no sabe de ideologías, teorías, mercados, la baja del dólar, los famosos ‘dineros tóxicos’ o la inversión en bonos públicos. Su tragedia es el abandono y la represión, el olvido y la marginación para un sistema (que incluye a los grandes medios) que no los cuenta porque no consumen. Y ahí sí que no parece haber diferencias entre las orientaciones de Uribe, Lula o Cristina. En cualquiera de los países que gobiernan, si se quejan les pasa esto:
La fotos son en su orden: En Jujuy, Argentina (represión en La Quiaca), en Colombia (informe sobre la resistencia indígena), y en el Amazonas brasileño (fotos de Luiz Vasconcelos).
Así es, deb, y puede agregarle millones de fotos más, porque si bien el periodismo está comprado por los poderosos, siempre hay espacio para que en un pequeño comentario o en una foto se cuele algo de la verdad. Porque no podemos negar que los olvidados de siempre son la mayoría en este mundo; sin embargo, el periodismo refleja sólo una pequeña parte de la realidad, o al menos de esta realidad. Muy lindo post, a pesar del tema.
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