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Y sí, es la estadounidense.

Una sociedad que hace culto al porte civil de armas no puede sino estar enferma. Las causas pueden ser múltiples y complejas, pero que deliran, deliran.

Cuando ocurrió la masacre de Virginia Tech el 16 de abril de 2007, la peor en la historia de los Estados Unidos, me escandalicé con las declaraciones del dueño de la armería que le había vendido las armas a Cho Seung-hui, el estudiante que se cargó a otros 33 antes de suicidarse. Dijo algo así como que la gran cantidad de víctimas se debía a que ninguno de ellos había tenido un arma para defenderse.

Pero las palabras del armero no es una opinión particular, parece que es un principio cotidiano para millones de estadounidenses.

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El fotógrafo estadounidense Kyle Cassidy, se dedicó, durante dos años, a recorrer el país, retratando a los dueños de armas y preguntándoles por qué tenían una. El resultado lo publicó en el libro: Armed America: Portraits of Gun Owners in their Homes (América armada: retratos de propietarios de armas en sus casas).

Lo que más le sorprendió, según sus palabras, fue:

«que los propietarios de armas no respondan a ningún patrón, sino que proceden de todos los orígenes y lugares. Poseer armas forma parte de sus vidas y son muy reacios a desprenderse de ellas. Se muestran orgullosos de tenerlas y de que todo el mundo lo sepa».

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George W. Bush no es la única tragedia con la que cargan. De hecho, lo más probable es que el actual presidente de los Estados Unidos no sea más que una consecuencia lógica de esa nación en la que en 1999, según estimaciones de la Asociación Nacional del Rifle, circulaban legalmente al menos 215 millones de armas en manos civiles, de las cuales 192 millones se concentraban en el 39% de los ciudadanos. Uno de cada dos hogares poseía al menos una. ¡¡Lo que puede haber aumentado en 9 años!!

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La curiosidad de Cassidy se despertó, cuando alguien que había trabajado en las campañas presidenciales de 2004, le había comentado que su trabajo había consistido en atraer «el voto de las armas». Tres años después éste es el resultado de preguntar quienes conformaban ese voto.

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Desde que vi Bowling for Columbine, el documental de Michael Moore, descubrí que la estadounidense era una sociedad peligrosamente armada, y que no solo era una proyección imperialista hacia el resto del planeta. Pero…

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En todo caso, ver a estos «ciudadanos ejemplares» posando felices con sus pequeños arsenales me puede, me puede. Por si las moscas, creo que preferiría no asomarme por allí… demasiada pinta de latina.

P.D. Supe del trabajo de Kyle Cassidy por el blog El Inconsistente.

10 comentarios sobre “Una sociedad enferma

  1. Esa aparente fortaleza, tan elemental y simplista como la lógica política de George W, ese poderio primario, que es el de la fuerza, es lo que los retrasa culturalmente. Probablemete, sea la causa de su decadencia, de esa caida que espero con muchas ganas.

    beso
    A

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  2. Mire, yo no creo que el síntoma de una sociedad enferma sea que esté armada. Efectivamente, creo que la sociedad estadounidense está enferma desde hace muchos años. Una sociedad puede estar armada, por ejemplo, para defenderse de ataques externos. Yo justificaría, hoy, que Venezuela tenga una guardia civil armada, o algo por el estilo. El pacifismo no siempre es señal de sanidad. Por ejemplo, yo creo que Gandhi fue un gran dirigente, era pacifista, sí, pero estaba loco. A mi humilde modo de ver. Por ejemplo, cuando el Partido Comunista Italiano desarmó a los campesinos –que tan bien retrata Paolo Bertolucci en «Novecento»– no estaba siendo pacifista sino traidor. Algo parecido se ve en la película de Ken Loach sobre la Guerra Civil Española. Es decir, lo peligroso de Estados Unidos es que la sociedad está enferma, sí, pero además armada.

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  3. Amigo Peralta, yo no estoy de acuerdo con que la población civil esté armada, porque entonces tendríamos que justificas las fuerzas para policiales como las que ‘cazan’ migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos (en ese caso, eso es para ellos una amenaza externa) o las mismas fuerzas para militares que «se defienden» de la guerrilla en Colombia so pretexto de la defensa de la patria, según el concepto que ellos tienen de patria – si te acercas a quiénes son, son personas como yo que tiene una particular concepción de amenaza a su seguridad -.
    Si Venezuela permite una guardia civil armada, estaría patrocinando una fuerza parapolicial, ni más ni menos, sin asumir la responsabilidad que le cabría al Estado los delitos que se cometieran en su nombre.
    Las empresas contratistas estadounidenses de seguridad que entre otros países actúan en Irak y en Colombia, son civiles armados pagos que hacen el trabajo sucio y evitan que el Estado sea responsable institucional de las barbaridades que hacen. ¿Cuestión de seguridad nacional? Sí, según quienes los contrata, el Estado. Y mire el desastre…
    Otra cosa es que la sociedad se subleve frente a la injusticia de un gobierno autoritario, cerrado y que no ofrezca posibilidades de participación. Colombia por ejemplo, y sin embargo ¿cómo estamos?. Cualquier atisbo de reivindicación justa por parte de la guerrilla se ha perdido en décadas de lucha infructuosa, salvo para ese pequeño grupo que ahora echa mano de las peores armas sin considerar a la población civil que dice defender y que ya lo único que quiere es sobrevivir.
    Y ojo! alguna vez tuvo amplio respaldo popular. Las causas que hicieron que surgiera los grupos guerrilleros, los que se desmovilizaron y los que quedan, siguen vigentes. Es más, hoy se han agravado, por lo cual si no son las FARC, cualquier otro grupo podría surgir en cualquier momento. Los campesinos y en general, los marginados de este sistema viven cada vez peor.
    Las armas en casa y que los niños crezcan con la idea que es natural utilizar un arma para ahuyentar a quien consideramos amenaza, no es mi idea de una revolución o la reivindicación de un derecho justo. Es más la falencia de gobiernos ineptos que renuncian a su rol central y colocan por encima de un colectivo, prioridades económicas para unos pocos.

    Amigo, le había dejado un mensaje.

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  4. Entiendo lo que dice, pero aun así prefiero que una sociedad como la venezolana, que tiene que defenderse de tipos que no se resignan a perder algo de sus ganancias, esté armada y organizada. Me refiero que no tiene que ser sólo potestad del Estado el uso de la violencia. Siempre me impresionó cómo los palestinos tuvieron que defenderse a pedradas durante años contra uno de los ejércitos más poderosos del mundo. En ese caso también hubiera sido pacifista, mi estimada? Beso

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  5. No es lo mismo, me parece. Cuando hay una sociedad que busca reivindicar sus derechos maltratados y pisoteados por fuerzas ampliamente superiores, y armarse por si acaso tocan mi cómoda seguridad.
    Los estadounidenses no se arman (legalmente) para subvertir un orden injusto y autoritario. Se arman para reemplazar el papel que debería cumplir el estado que ya existe. Y lo hacen orgullosos.
    En todo caso, me parece que quizás sea cierto lo que dices, tengo una reacción visceral contra el uso de armas. El miedo me cerró muchas veces la garganta en una Medellín en la que se le ponía un arma en la cabeza a cualquiera por tocar más de lo debido la bocina del auto.

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  6. Tienes razón Juan!! la otra es la rusa. ¿Inmigrantes contagiados de esta fiebre yankee? o ¿yankees que les parece muy copado colgar banderas de los lugares donde estuvieron?.
    Preocupante si además enferman al que llega.

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