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Los que me conocen saben que soy anti uribista desde sus inicios, nunca estuve de acuerdo con sus ideas autoritarias, con su propuesta de seguridad democrática y otras medidas de mano dura por encima de la justicia social. En ese momento, no sabía lo que salió a la luz con el libro de la ex diva Virginia Vallejo y su relación narco- mafiosa, aunque sí presumía sus nexos con fuerzas paramilitares.

Aún así, no deja de asombrarme las facetas que día a día salen a la palestra de quien yo creía de ultra – derecha y sí con algunas relaciones oscuras, pero lo suponía todavía con pudor político para no expresar esta mostruosa insensibilidad ante la tragedia de buena parte de la población para quien dice gobernar.

Confieso que tampoco soy chavista, porque no me gustan los cantos de sirenas y tengo una resistencia visceral a las grandilocuencias y al discurso que vende “yo soy del pueblo y por eso los entiendo, hagamos la revolución…siganme, soy el elegido”.

Siendo anti uribista, también descreo de la “generosa mano” de Chávez, ambos tienen el mismo estilo efectista en sus discursos, que apunta a crear efervescencia nacionalista, mientras planean y ejecutan su proyecto mesiánico para mantenerse en el poder. Justamente Tanto Uribe como Chávez tienen esa idea estúpida de …el que no está conmigo es enemigo del pueblo y defiende a los terroristas (Uribe) o son burgueses oligarcas (Chavez).

Ninguno cree en un sistema democrático, sino ¿por qué piensas entonces que todo ser iría al tacho sin la presencia única de ellos? Toda su fuerza política recae en la persona y no en su propuesta política.

Serían democráticos si gobernaran de acuerdo a sus ideas, pero conciliando y no polarizando con palabras incendiarias. En ambos países ambos son muy populares pero también son rabiosamente atacados por una gran parte de la sociedad. Y los chavistas no me digan que son solo los ricos y burgueses, estamos en Latinoamérica, no tenemos tan extendida la prosperidad!!

Serían democráticos si defendieran al estado y la constitución y no lo y la manipularan para eternizar su proyecto personal.

Serían democráticos si respetan al contrario, debatieran con argumentos y no solo descalificaran a los opositores.

Pero esta semana tengo una gran angustia interna ante el resultado de este acto fallido que fue la mediación de Chávez por los secuestrados. Ante la fría y calculada jugada del Presidente Uribe para acabar con este intento de acuerdo humanitario, con dolor que solo puedo llamar nacional o patrio o de la tierrita que me hizo ser lo que soy en esencia, – la verdad, no se como llamarlo sin parecer patriotera -, solo puedo, muy a mi pesar, reconocer que Chávez tiene razón.

Necesitamos un presidente más digno.

Alguien que al menos considere la angustia de un padre, un hermano, un esposo, una madre que tienen a sus hijos, hermanos y parejas secuestrados hace 5, 7, 10 años, por encima de una caprichosa y rígida idea de seguridad.

Alguien que tenga un mínimo de humanidad y generosidad con los cientos de colombianos que se están pudriendo en la selva.

Alguien que le exija y no permita a las guerrillas seguir delinquiendo bajo el falso manto de la justicia social y que al mismo tiempo no tenga miramientos con la lacra de extrema derecha que se ha infiltrado en la sociedad. Pero… qué se puede esperar, así comenzó su mano dura, patrocinando cooperativas rurales de autodefensa… Convivir se llamaron…! Y ahora les está echando una mano de impunidad con la lamentable ley de Justicia y Paz.

Hoy estoy de acuerdo con Chávez, fue utilizado para un fin mezquino y egoista.

Supongo que no tengo excusa para mi ingenuidad. Qué podía esperar, me dirán… la verdad, no lo se. Pero seguro no me esperaba que la vida de personas – o mejor su muerte lenta – y el dolor desangrante de sus familias, estén por debajo de orgullos personales y avaros como los que reflejan estas declaraciones del ministro de Defensa ante la insistencia de Chávez para que entreguen pruebas de vida:

…expresó que esas pruebas de vida no son necesarias para continuar las negociaciones con las FARC.


«Nosotros todos sabemos que aparte de los once diputados que fueron asesinados por la guerrilla, los demás están vivos. No se requieren pruebas de vida para hacer el intercambio», manifestó.

Hay canales de comunicación con las FARC y esperamos usarlos.

Hace cinco años están en el poder y desde hace 10 años hay gente secuestrada!!!! ¡¿puede haber tal cinismo?!

Mi única conclusión es que se está apostando la vida de gente en una maraña de peleas de poder y egos a escala presidencial.

2 comentarios sobre “Angustia de país

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